Por: Camilo Porto Rojas | Línea Nacional Popular
Como suele ocurrir en tiempos de resistencia social, son las Organizaciones Libres del Pueblo quienes, desde sus recursos -muchas veces limitados- intentan palear el sufrimiento del Pueblo.
Los conceptos vertidos en nuestro trabajo "OLA POLAR / El sufrimiento de los/as de Abajo" se orientan al campo electoral, intentando expresar la necesidad de pensar los comicios nacionales en el marco de la lucha táctica, la cual siempre es práctica y toda de ejecución.
Sin embargo, el frío aqueja a miles de seres en nuestro país, y el sufrimiento desconoce el calendario electoral.
Resultó necesario actuar inmediatamente para detener una sangría que ya lleva -según informan los presuntamente verídicos "datos oficiales"- 5 muertes a causa de la Ola Polar.
La ausencia del Estado es prácticamente total. La capacidad de las trabajadoras y trabajadores que se desempeñan en la asistencia de personas en situación de calle desborda, mostrando a su vez la imprudencia que ha tenido la gestión liberal oligárquica al desmantelar -en nombre del "ahorro fiscal"- áreas enteras en la materia.
Ante la crueldad del modelo oligárquico, han sido las organizaciones de la Economía Popular, movimientos populares, sindicatos, sacerdotes en opción por los pobres, clubes de barrio, cafeterías y bodegones, almacenes quienes han salido a prestar su mano solidaria en ayuda hacia quienes lo han perdido todo.
Lejos de enrolarse en discusiones banales, la sociedad civil y el Pueblo organizado han observado el problema y actuado en función de brindar soluciones inmediatas para contener al inconmensurable "descarte humano" generado por el régimen oligárquico.
Mientras la comunidad demuestra el indiscutible sentido de la solidaridad que siempre caracterizó a nuestro pueblo, las voces oficiales se burlan, hablan de "clientelísmo" y hasta han calificado las denuncias de muertes como "una operación del kirchnerismo". Tamaña infamia no será perdonada durante este siglo. Ni por las madres que han visto morir a sus hijos en brazos, ni por millones de ojos que observan entre atónitos y asqueados el circo mediático y digital (redes sociales) que orquestan los operadores del gobierno oligárquico.
Hoy, la ciudad de Buenos Aires se mostró colmada de hombres y mujeres que, sin prensa que la muestre, se volcaron a las calles a hacer lo que podían con tal de traer algo de calma a la desesperación que el frío ha causado en las más de 7 mil almas que viven en las calles porteñas. Las Organizaciones Libres del Pueblo, representación máxima de la comunidad, han mostrado una conducta honrosa y debe ser reconocida. Gracias a su compromiso, decenas y decenas de personas han tenido una frazada abrigada, un plato caliente y hasta un techo con el cual protegerse del frío esta noche.
Se ha expresado -por diestra y siniestra- que la sociedad argentina es poco menos que "una mierda". En tal sentido, dicha "mierda" merece -por castigo divino- sufrir la peor de las desgracias, entre ellas, ser gobernada por la escoria que actualmente dirige los destinos del país. Nada más alejado de la realidad. Desde la acogida de miles de inmigrantes -en todas las épocas- hasta la gracia solidaria del "café pendiente", las y los argentinos hemos sido y somos ejemplo de solidaridad y de acción mancomunada. Sin ella, el numero de asesinatos cometidos por la Oligarquía el siglo pasado habría sido mucho mayor; sin ella, jamás hubiera existido un 17 de octubre; sin ella, las cientas y cientas de jornadas de luchas sectoriales del Movimiento Obrero no hubieran tenido asidero. Cada aumento conseguido, cada reincorporación de trabajadores despedidos, cada dirigente que logró salir en libertad tras haber sido detenido sin debido proceso, cada proyecto de Ley contra el pueblo que fue frenado, fue gracias al concurso de cientos y cientas de miles en las calles; jamás, obra de un individuo o sector.
Esta filosofía existencial, grabada por generaciones en nuestra genética cultural, hace de nuestro Pueblo merecedor de un futuro virtuoso y de bienestar.
Comentários