Crisis es una fonética china, que no tiene traducción occidental y se expresa de esa forma, por ser el sonido en que se escucha. No se traduce, porque en la acepción china significa en un solo término “Peligro y Oportunidad”.
En este escenario que afrontamos hoy en el mundo, ante la pandemia-infodemia, del coronavirus, mientras el seguimiento diario cuenta infectados y complicaciones, quizás nos podamos detener un minuto, en la reflexión de la “crisis civilizatoria”, que hemos desarrollado en artículos anteriores y que apuntan a que el mundo que vivimos, ya no es aquel que conocimos, ni desde el punto de vista del trabajo, ni de la economía, ni de los sistemas de representación y hasta la democracia como tal, está en cuestión.
Entonces tenemos la obligación de pensar los caminos que apuntalen, aquellos valores y virtudes que defendemos desde lo estratégico, como es la construcción del Modelo Social y Productivo, solidario de nuestro país, hacia una Patria libre, justa y soberana. Además de pensar, deberíamos hacer el seguimiento de las medidas coyunturales que se vayan adoptando, observando que tengan una direccionalidad estratégica, en términos de Patria Grande, que nos permita transitar en la construcción de la Comunidad Organizada, como expresión del poder popular, con capacidad de decisión política.
En esta etapa de expansión del virus, cuando aún no tenemos casos autóctonos, es cuando es necesario apoyarse sobre tres pilares esenciales, para tener una crisis controlada, que no nos llene de angustia durante meses y podamos acotarla.
Esas tres herramientas son: una conducción política firme, como la que se está ejerciendo, con liderazgo y medidas que permitan sancionar la indisciplina social o empresaria, que impera en amplios sectores de nuestra sociedad; el seguimiento epidemiológico horario, interactivo que permite ir corrigiendo los parámetros diarios de control del aislamiento y por último poder recrear la solidaridad social indispensable para cuidarnos entre todos y que pueda el pueblo argentino ser una Comunidad Organizada, de incluidos y de igualdad de condiciones dignas de vida.
Poner en discusión el modelo social en medio de una pandemia pareciera ser un desatino, pero lejos de ello, en mi humilde parecer, aprovechar la cuarentena para la reflexión serena de los caminos a recorrer, intensificar la búsqueda, antes que proclamar certezas, reafirmar afectos y compromisos de vida, reelaborar proyectos y tener en cuenta que todo debe ser discutido, que no existen dogmas prefijados, porque estos devienen de la colonización neoliberal de los últimos 50 años, que se han derrumbado en el mundo.
Esa colonización a la cual el peronismo siempre dio batalla, con victorias y derrotas en lo político, pero con una contundencia en lo cultural, que ha sido adoptada por el conjunto del pueblo argentino, mayoritariamente, como eje cultural solidario en el cual quiere vivir.
Entonces la batalla cultural y contra el coronavirus van de la mano, confluyen en el mecanismo de descolonización cultural, política, económica y sociológica que se nos ha querido imponer como cultura dominante durante años, frente a lo cual la resistencia del campo popular le ha dicho en múltiples oportunidades que no pasarán, sobre la concepción biocéntrica de construcción social, que privilegia al ser humano por sobre la macro economía y la naturaleza por encima de los procesos productivos que la destruyen.
Esta batalla es con todos los argentin@s y aquellos que no cumplan la cuarentena o desprecien a los compatriot@s y se abusen de ell@s por posiciones de poder político o económico, en especial empresarios monopólicos, sería sancionados socialmente con la segregación y el desprecio, por romper la solidaridad social, necesaria para construir el futuro de la Patria.
(*) Jorge Rachid
PRIMERO LA PATRIA
www.lapatriaestaprimero.org
コメント