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UNIDAD NACIONAL Y LIBERACIÓN CONTINENTAL

Por: Camilo Porto Rojas | Línea Nacional Popular

Pancarta de LNP "Por Unidad Nacional y la Liberación Continental"

Los sucesos acontecidos el día de ayer son de relevancia internacional.


Como americanos, la clave es pensar en términos continentales.


Las elecciones presidenciales 2019 exceden ampliamente los márgenes de nuestro golpeado país.


Es claro que, a la luz de la destrucción social que esta banda de maleantes ha cometido criminalmente contra nuestro Pueblo, las panzas vacías de nuestros niños y ancianos es la primera razón por la cual debemos ganar.


Más no es menos cierto que, como dijera Juan D. Perón hace más de 50 años, "ninguna nación se liberará si no se libera primero el continente".


América Indo-Ibérica se encuentra en su gran encrucijada: ser o no ser. Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Uruguay, México y Cuba resisten inconmovibles los embates del imperialismo financiero; los pueblos insurgentes de Argentina, Brasil, Ecuador, Haití, Colombia, Perú, y tantos otros se encuentran en pie de guerra contra el neocolonialismo que gobierna sus tierras. En muchos casos, la victoria popular es cuestión de tiempo; en otros, la construcción de poder popular se acelera conforme avanza la decadencia imperialista.


La necesidad de reflotar las instancias institucionales de carácter continental -UNASUR, MERCOSUR, CELAC, ALBA- es un imperativo en este mundo donde el modelo de acumulación neoliberal se encuentra en crisis aparentemente terminal. Nuevos vencedores asoman sus cabezas; América deberá prepararse para lo que venga.


En este contexto, la participación de Cristina Fernández de Kirchner en la reunión del Partido Justicialista toma importancia continental. Recuperar Argentina, para el proyecto emancipador Suramericano, constituye un objetivo estratégico. Traccionará tras de sí a gran parte de las demás naciones suramericanas y obrará como soporte de los golpeados gobiernos de la región que aún sostienen proyectos nacional populares.


Por otra parte, el anuncio de la Confederación General Del Trabajo en derredor del sexto Paro General contra el gobierno oligárquico adquiere dimensiones que exceden los márgenes estrictamente gremiales de sus convocantes. Se trata de una medida, también, continental, habida cuenta que toda acción sindical del Movimiento Obrero Argentino, el más grande y poderoso de la región, constituye una medida de fuerza contra los representantes locales del gran Capital Trasnacional, por tanto, contra la totalidad del sistema neocolonial imperante. Será la segunda Huelga General del año, esta vez convocada orgánicamente por quienes permanecieron ajenos a la voluntad de las masas obreras el pasado 29 de abril.


Es la Clase Trabajadora argentina la mayor fortaleza de los Movimientos de Liberación Nacional de la región, y es el peronismo su potencia vital que, a pesar de tantos embates, no pudo ser destruido.


Por su parte, la Alianza Cambiemos permanece en un táctico silencio. Ha sido derrotada por octava vez consecutiva por la Argentina Federal de las provincias del interior y carece de fuerzas suficientes para responder a los acontecimientos de esta jornada. Más su inteligencia opera desde las sombras. Habrá que estar preparados.


La contienda electoral deberá ser comprendida como una lucha continental. Sólo de esta manera se llegará a comprender la importancia de nuestros actos en función de la victoria. Restará nutrirnos de toda la humildad y el compromiso que podamos para dejar atrás las disputas estériles y luchar sólo contra el enemigo, dejando toda contradicción secundaria para el futuro.


PODEMOS GANAR, SI ASÍ NOS LO PROPONEMOS. Las condiciones para la victoria están dadas.


No podemos equivocarnos. La Historia y nuestros pueblos nos lo demandan.

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