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SCHMID | Actualidad y proyección del Movimiento Sindical

Camilo Porto Rojas | Linea Nacional Popular


Octubre ha comenzado con una Argentina convulsionada. Grandes conflictos como el de los trabajadores viales contra la privatización del sector, como el de las trabajadoras y trabajadores de salud que el próximo jueves movilizarán a Plaza de Mayo en defensa de la Salud Pública, la gran movilización de los trabajadores de la industria hacia el Ministerio de Producción planeada para la misma fecha, las medidas de fuerza del sindicato de Camioneros por los màs de 170 despidos en Correo Argentino y la próxima movilización de os gremios Aeronáuticos contra las políticas del sector entre otros. Tan sólo una semana atrás, el gobierno de las clases opulentas ha tenido que flanquear una inmensa movilización a Plaza de Mayo promovida por las dos CTA, una fracción considerable de sindicatos de la CGT congregados en el flamante Frente Sindical para el Modelo Nacional y los movimientos sociales nucleados en las CTEP, CCC y Barrios de Pié, seguido de un Paro General cuyo acatamiento superó el techo del 90%. La respuesta del proyecto oligárquico ha sido redoblar la apuesta contra la Clase Trabajadora: amenazas, represión, hostigamiento a dirigentes sociales. Con un dólar a más de $40, una taza de pobreza que roza el 30% y una inflación que en septiembre alcanzó el 39% en comparación con el año anterior, el gobierno deberá afrontar el tratamiento del presupuesto 2019 dictado por el FMI en las próximas semanas con un pueblo organizado que no vacilará en salir a la calle. En este marco, la reconfiguración del movimiento sindical se acomoda en forma acorde a las necesidades del Pueblo.


En las últimas horas del día de ayer, el dirigente camionero Pablo Moyano confirmó la salida de Juan Carlos Schmid de la conducción de la Confederación General del Trabajo. De esta manera la secretaría general de la CGT pasa a ser conducida orgánicamente por Héctor Saber y Carlos Acuña hasta encontrar reemplazante para el dirigente saliente.


La salida del titular del sindicato de bragado y balizamiento del polémico “triunvirato” ha causado diversas reacciones en el mundo político. Más es clave comprender la relevancia de la figura de Schmid para entender este hecho trascendente para el mundo sindical en toda su dimensión.


Juan Carlos Schmid ha sido, sin lugar a dudas, la expresión más coherente dentro del secretariado general de la histórica central obrera. Ante la pasividad de sujetos como Héctor Daer y Carlos Acuña -éste último, confeso partidario de la coalición conciliadora Massa, Schiaretti, Urtubey, Pichetto- y la abierta complicidad de oscuros personajes como el titular de UPCN Andrés Rodríguez con la Oligarquía gobernante, Schmid ha sabido medir bien el termómetro de la calle.


Ya desde principios del 2017, las posiciones de Schmid comenzaron a resquebrajar la armonía del triunvirato. Su militancia por la incorporación orgánica de los movimientos sociales a la CGT bajo la idea de que la composición social de la Clase Trabajadora cambió y la central debe adaptarse a dicho cambio, trajo al interior de la confederación un debate que aún no ha tenido resolución:


"Es imposible creer que con un trazado económico como el que está en parcha va a haber alguna vez solución para los sectores más postergados de la Argentina. Es muy posible que ese deterioro tarde mucho más para llegar a las filas de los que tenemos convenios colectivos de trabajo. Es muy posible que ese atropello tenga otra intensidad al interior de los sindicatos confederados. Pero lo s primeros que van a pagar los platos rotos, los que van a sufrir las humillaciones, sos que van a tener menos oportunidades, los que no van a poder pagar la hoya todos los días son los compañeros de la Economía Popular. Y si alguno todavía no comprende de que esa dirección nos lleva a un abismo social es porque están completamente equivocados. Yo lo he dicho muchas veces adentro de la CGT. Y esto ha desatado una polémica y un debate interno que hay que asumir en toda su dimensión: nosotros tenemos que pasar del Movimiento Obrero organizado al Movimiento de los Trabajadores para dar cuenta de los cuentapropistas, de los compañeros de la economía popular, de los vendedores ambulantes, de los compañeros de las cooperativas, de los que están en la agricultura familiar. Porque ellos forman parte de la Clase Trabajadora argentina." (J.C. Schmid, 10 de febrero de 2018)


Por otro lado, su participación en diversos conflictos sociales sectoriales, su prédica antiliberal contra las medidas propatronales del gobierno y las abiertas críticas hacia el interior de la central, acercaron al ex secretario general de la CGT a sectores combativos como la CFT, Camioneros y las CTA:


"Este sector, todos los hombres y las mujeres que están allí, representan la creación de riqueza de este país. Y no nos alcanza solamente con votar. No venimos a levantar la bandera de ninguna candidatura, ni venimos detrás de ninguna conspiración. Venimos simplemente con una demanda central del movimiento sindical: trabajo digno, salario justo. Esa es nuestra principal demanda. Nos acusan de atentar contra las empresas, de que somos un freno para las inversiones, de que representamos el atraso en este país.” (J.C. Schmid, 22 de agosto de 2017)


"Está muy en claro, pero muy en claro que realmente hay un gobierno que tiene una concepción en favor de los ricos y un desprecio por los sectores populares." (J.C. Schmid, 10 de febrero de 2018)

"Cuando hablamos de Derecho, hablamos de trabajo digno. Para nosotros, el trabajo no es la explotación de unos vivos sobre otros; el trabajo, el techo, la tierra, la vivienda y la salud son fundamentales para la democracia, sino siempre va a haber conflictos en las calles de este país." (J.C. Schmid, 22 de agosto de 2017)

Asimismo, y a contramano de la mayoría de los miembros del secretariado general de la CGT, Schmid promovió la participación de la central en diversos conflictos, tanto de envergadura nacional como las marchas contra los tarifazos, así como sectoriales como el conflicto de los trabajadores y trabajadoras despedidas de la agencia TELAM, el desguace del Astillero Río Santiago, la Marcha Federal de los Movimientos Sociales, entre otros.


En más de una situación -la más recordada quizás ha sido la histórica movilización del 21F frente al Ministerio de Desarrollo Social- Schmid ha quedado en la vereda del frente del triunvirato por contribuir a jornadas de lucha activa contra las políticas de entrega del patrimonio nacional y la miseria del pueblo del gobierno de Cambiemos. Por otra parte, es sabida su postura frente a la continuidad del triunvirato del que horas atrás formaba parte:


“Desde diciembre cuando la mayoría de los sindicatos grandes desobedecieron el mandato que dio el Triunvirato, ahí se entró en una crisis profunda y me da la impresión que el ciclo está agotado” (J.C. Schmid, 16 de febrero de 2018)


En este sentido, y tiempo antes de la última Huelga General que trazaría un antes y un después en la historia de la Clase Trabajadora por su altísimo grado de acatamiento, Schmid sentenció:


“El 25 de septiembre va a marcar todo el cierre de un ciclo y hay que marchar al Comité Central Confederal para dar cuenta de la nueva etapa. (...) Nosotros tenemos que elegir una conducción que esté a favor de los trabajadores. Si no se entiende eso, de nada va a servir que elijamos un solo Secretario General”.


El titular de la CATT posee un armado sólido y con proyección detrás de sí. La potencia numérica de la Confederación Argentina de Trabajadores del Trasporte, que agrupa gremios tales como el SEEN, AAEMM, CEAMSE, APTA, UPSA, SUTPA, APLA, entre otros, otorgaría a la lucha activa contra el régimen oligárquico una fuerza más que considerable.


Desde la reciente renuncia, el Schmid ha mantenido un respetuoso silencio. Las especulaciones en derredor de su futuro en la CGT son tan altas como la expectativa de bastos sectores de la vida sindical en torno al devenir de la histórica central obrera, hoy en manos de una conducción que, en palabras del dirigente de dragado y balizamiento, ya está agotada.


De lo que no tenemos dudas es de que el Movimiento de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina consolida su organización y el rumbo a seguir. Traza programas, promueve acciones confrontativas y tracciona sectores tras de sí. Mientras tanto, la Clase Política se encuentra en un preocupante estado de desorientación programática y de conducción. Las disidencias internas del movimiento, aunque en proceso de solucionarse, continúan horadando la estrategia para derrotar al gobierno liberal conservador. Por otra parte, la conducción de la CGT, deslegitimada por diversos aspectos tanto políticos como sindicales, deberá tener una pronta resolución y el espacio para ello es el Comité Central Confederal. La dirigencia cegetista deberá comprender que mantener obstinadamente la estructura actual no hará más que debilitar la institución sindical de cara a su masa de representación. El dinamismo de la calle y la inteligencia político sindical son virtudes que la hora exige a la dirigencia obrera. Sostenemos que Juan Carlos Schmid -más allá de las diferencias del escritor con muchas de sus posiciones- es quien mejor ha sabido interpretar esta cuestión y ha actuado en consecuencia.

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