LA PATRIA SE FORTALECE, CUANDO EL PUEBLO RETOMA EL PROTAGONISMO DEL PODER POPULAR
Por: Jorge Rachid
En la historia de los pueblos, los enemigos coloniales, se dedicaron a sembrar el odio utilizando al cipayismo vernáculo y así lograron fragmentar países, provocar guerras, segregar regiones y lograr migraciones de poblaciones enteras.
Así la Patria Grande, llamada la Gran Colombia por Bolívar, la Confederación de Artigas y la América Unida de San Martín, todas menciones de una Patria que reproducía la unidad virreinal existente, en donde los pueblos se encontraban integrados, fue balcanizada, implosionada en países latinoamericanos, que sólo 200 años después, en el UNASUR volvieron a encontrarse en objetivos comunes.
No dudaron los enemigos de Rosas de subirse a los barcos ingleses y franceses primero en el Bloqueo del Río de la Plata, ni después convocar a los portugueses para derrocarlo. Antes ya habían entregado a las fauces inglesas la Provincia Oriental, en su afán de derrocar y perseguir a Artigas. Festejó Churchill en la Cámara de los Lores “haber derrocado al tirano Perón”, mientras los dictadores le imputaban traición a la Patria, como a San Martín, Rosas, Artigas y ahora Cristina.
No sólo en la región sucedió, es una lógica Imperial, como sucedió con la enorme Yugoslavia, que hoy son seis países, después de guerras, muertes y desolación por la instalación de odios étnicos o geográficos. India y Pakistan son otro ejemplo de segregaciones religiosas producidas por los británicos. Ni hablar cuando debieron fracturar países como Corea o Vietnam, este último reparado a costa de un millón de muertos.
Imaginen la Argentina divida entre países Patagónicos, Cuyanos, Andinos, Porteños y Mesopotámicos, esa situación la puede provocar el odio, instalado por los enemigos de la Patria.
En esa dirección trabaja el odio PRO estadounidense, inglés o europeo, que hoy gobierna nuestro país, odio necesario a la entrega patrimonial, patrimonio deviene de Patria, pero también comprometido al sometimiento del pueblo para ajustarlo a sus intereses económicos y estratégicos. Por esa razón desarmar el UNASUR, llevar al acuerdo UE-Mercosur y con EEUU de libre comercio, más la instalación de bases militares norteamericanas en nuestro territorio y el fortalecimiento del aparato represivo, son expresiones funcionales a esos objetivos.
Discutir cada “conejo de madera” que arroja a la pista de la información el enemigo, es seguir su agenda, sin abordar el tema central de la lucha política por la Emancipación Nacional Soberana, donde no estamos discutiendo entre peronistas, socialistas, radicales, conservadores, sino entre Patria y Antipatria.
El neocolonialismo es hoy una realidad que arrasa la Soberanía Nacional al endeudar el país, clausura la Independencia Económica al dolarizar la economía y somete la Justicia Social la romper los sistemas solidarios de salud, educación y previsionales.
En único sujeto que cambia los paradigmas de la historia es el pueblo cuando toma en sus manos el destino de la Patria. “Seamos libres lo demás no importa nada”, nos dijo San Martín, “cuando los pueblos agotan su paciencia hacen tronar el escarmiento” son palabras de Perón y ahora nosotros decimos “volveremos para ser mejores”, para evitar una nueva colonización imperial de EEUU que ha decidido a alambrar América latina, como última retaguardia de sus derrotas mundiales y que no ha dudado en arrasar “su patio trasero” a cualquier costo humano, que siempre pagan los pueblos.
Pero en la Argentina, el Movimiento Nacional y Popular con las vallas filosóficas y políticas del peronismo, el Movimiento Obrero Organizado y los Movimientos Sociales, es una barrera formidable a esas intenciones espúreas del Imperio y sus empleados locales, verdaderos cipayos de la antipatria.
Comentarios