NO SON VIENTOS PROPICIOS EN AMÉRICA LATINA, ES CONCIENCIA AMERICANA MESTIZA EN MARCHA
Por: Jorge Rachid
“Que florezcan mil flores…” era la frase de Mao que impulsaba a las juventudes a construir su destino. “Vengo a proponerles un sueños…” dijo Néstor Kirchner cuando asumió el gobierno, entendiendo el desafío que implicaba hacerlo con el menor caudal de votos de la historia democrática y se convirtió en un ícono luminoso de generaciones futuras.
De esas convicciones surgieron los hechos que jalonaron ese crecimiento, a la par de la reparación de las heridas profundas de un neoliberalismo insensible y brutal, que dominó el escenario político democrático desde 1983, forzando gobiernos y llevándolos al abismo o cooptando otros, haciéndolos sumisos a sus intereses imperiales de saqueo nacional.
Desde el No al ALCA, se puso la piedra basal de la segunda emancipación de la Patria Grande, en camino a la construcción de la UNASUR, herramienta central de Liberación en proyecto estratégico, que los pueblos latinoamericanos asumieron como propios. Ese terremoto político internacional, agudizó la estrategia de EEUU de reposicionamiento regional.
Hoy latinoamérica se sacude del yugo imperial, con los pueblos movilizados y con un nuevo Nunca Más al Neoliberalismo, planteado por Cristina, en busca de un nuevo tiempo de construcción de Patria Grande, que el enemigo neoliberal se encargó de desmontar en sus instrumentos, pero no pudo desalojar de la conciencia colectiva de los pueblos.
Esa condición de sujeto histórico que los pueblos poseen, determinan las continuidades de las luchas emancipatorias, con los tiempos que los mismos pueblos se dan en función de la masa crítica de lucha que construyen al calor del enfrentamiento, primero sectorial en defensa de derechos que pretenden ser arrasados y luego las puebladas, que asumen como conjunto, la historia a construir.
Por esa razón el enemigo cataloga de primavera los acontecimientos que hoy se suceden en nuestra región, tratando de darle un tiempo acotado de protagonismo al resurgimiento de los pueblos y las políticas populares. Esa es su agenda, lejana a los intereses de una América Latina que se prepara para asumir su rol histórico definitivo que anida en esa conciencia mestiza, morena, profunda, criolla que ha marcado la historia como eje de nuestra identidad nacional, que privilegia al hombre y la Pachamama, es decir la tierra y la naturaleza, como ejes prioritarios del Modelo Solidario que soñamos.
Entonces no serán tiempos acotados, ni ciclos los que determinarán el devenir, si los pueblos son conscientes, en la batalla cultural en especial, que se libra todos los días en un mundo globalizado, que sólo se logra vencer y consolidar los procesos políticos populares en el tiempo, a través de la Comunidad Organizada.
El proceso de acumulación de los pueblos no puede ser transitorio, su fortaleza cultural e identitaria se produce con fuerza, en un marco organizativo permanente, que no solo dé respuesta a su cotidianeidad y a la dinámica de movilidad social necesaria de Justicia Social a construir, a través de la Comunidad Organizada, que por ser permanente logra rechazar los intentos, siempre presentes, de un enemigo que tiende a la colonización.
Es la diferencia entre la defensa de las Instituciones abstracta, siempre macro económica y agraviante a la calidad de vida de los pueblos y enfrente la construcción de derechos sociales que privilegien en crecimiento de los pueblos en igualdad de condiciones, con un Estado activo que promueva ese mismo camino en cada área del gobierno.
Desde la Salud a la Soberanía Alimentaria, desde la Educación a la Vivienda como políticas de Estado se puede promover esa Comunidad Organizada, como organizaciones libres del pueblo, barrera indispensable para el Nunca Más al Neoliberalismo.
PRIMERO LA PATRIA www.primeroestalapatria.org
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