Por: Azul Verzura | LNP
Es el 2019 y las urnas se están calentando. Por más que para las elecciones falten varios meses, los tiempos políticos no son acordes a una aguja de reloj o al calendario pegado en la heladera.
Tras cuatro años de gobierno, la represión abunda, los femicidios aumentan de manera exponencial, los travesticidios siguen sin visibilizarse, torturan a nenas de 11 años obligándolas a parir, llenan de gas pimienta cajones de comida y prohíben trabajar a familias o inmigrantes como vendedores ambulantes (porque la crisis los atacó de tal manera que, las changas, son la única opción de tener un plato de comida a la noche). El acuerdo con el FMI, las corridas bancarias y el Banco Nación son protagonistas del infierno al que muchxs llaman “Macrisis” de manera chistosa.
El Banco Nación es el principal banco del país y el que maneja todo el sistema financiero. De él dependen millones de personas: lxs asignatarixs de los programas sociales, lxs jubiladxs, la mayoría de lxs empleadxs estatales. El Banco Nación tiene, sobre todo, un rol social muy importante. Entonces, a la hora de entender cuál es el panorama político del 2019 de cara a las urnas, hay que tener en cuenta que las mujeres somos las más afectadas debido a la desigualdad económica y social, que además, el Banco Nación se encargó de que la diferencia entre géneros/sexos sea cada vez más abundante ya que la pobreza lo es.
Natalia Roino es la delegada general del Banco Nación y en varias notas periodísticas explicó que recuerda cuando en los días más calientes del 2001 lxs empleadxs del Banco tenían que ir en jogging y zapatillas para pasar desapercibidxs porque las piñas volaban por los aires cuando (los manifestantes o las personas en la calle) veían el uniforme. “Todavía no estamos viendo esos niveles de violencia, pero empezamos a percibirlos. Hay una tensión general, un malestar. Gente que se ha quedado sin trabajo y viene a cobrar sus seguros de desempleo, esto es algo que hace mucho no veíamos. Hay mucho nerviosismo por las asignaciones, por miedo a que se las saquen”.
Y además cree que “Podría haber un escenario de corralito, si el Gobierno no le encuentra la vuelta a los números”. Y eso lo comparten muchos de lxs trabajadorxs que pasan las horas en la cocina del Banco más importante del país.
Entonces, la economía no se divide del género ni del movimiento feminista. Las asignaciones universales por hijx (AUH), las jubilaciones, el reconocimiento del trabajo doméstico y en todas las medidas económicas que un Gobierno vaya a tomar dentro de su mandato, debemos tener en cuenta la perspectiva de género a la hora de poner una boleta en la urna.
El movimiento feminista que está compuesto por mujeres, lesbianas, travestis y trans, en el 2018 logró tener un lugar protagónico a nivel movilización y presencia social. Sabemos bien que no alcanza solamente estar en las calles ya que el 8 de Agosto estuvimos horas bajo la lluvia, y los senadores de pañuelo celeste, no nos acompañaron con su voto y al día de hoy que mujeres y cuerpos gestantes, se siguen muriendo. Por eso, es que el 2019 logra encontrarnos unidxs y organizadxs para que nosotras dejemos de morir, lxs niñxs tengan la asignación universal por hijo correspondiente, lxs jubiladxs cobren acorde y por encima de la inflación, y lxs trabajadores ambulantes tengan la libertad de poder ejercer su derecho al trabajo.
Entonces, ¿Cuál es el rol de la unidad con todxs en este 2019?
La unidad con todxs se debe comprender desde la líder política más grande hasta aquel político (que socialmente no es muy conocido) socialmente desconocido, pero que -a nivel caudal de votos- podría sumar un porcentaje para cumplir el objetivo: sacar a Macri (y a su equipo).
Sabemos bien por qué Macri no, ¿no?
La alternativa política que protegerá tanto a mujeres como a lxs trabajadorxs y jubiladxs debe entenderse como estrategia política de urgencia ya que la emergencia alimenticia no deja de crecer y el desempleo es moneda corriente.
No es momento para ponerse a pisar las cabezas de compañerxs, es momento de poner sobre la mesa las cartas y que el voto y la transformación de la vida de la gente sea nuestro objetivo y bandera principal (para que el Macrismo no termine de destruir al país cuatro años más.) Tampoco es momento para caprichos utópicos sin fines políticos que dejen al Pueblo Argentino en una crisis tan grande como la del 2001 habiendo tenido en una boleta el camino que solucionara y encaminara de nuevo al país.
La unidad es con todxs porque sin feminismo que permita visibilizar a través de las herramientas necesarias y concentradas dentro de una alternativa política –nacional y popular- las mujeres seguiremos relegadas a las lógicas neoliberales y a la romantización –por ejemplo- del trabajo doméstico o de la violencia de género y de la diferencia económica.
Es momento que sea con todxs para que las libertades conquistadas y los derechos logrados a través de un proyecto que permitió y militó la emancipación de lxs cuidadanxs vuelva a ser parte de nuestro día a día en Argentina. Es momento de que una mujer vuelva al poder, de volver a hacernos creer que nosotras podemos llegar ahí y ganar. Es momento de que se vuelva posible un proyecto de vida, unas vacaciones o una birra con amigxs. Es momento de volver a festejar el 25 de mayo y todos los aniversarios Patrios.
Es momento y hay otro camino. Al 2019 lo recibimos todxs unidxs, porque todxs unidxs triunfaremos.
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