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LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS, SON LOS EJES DE IDENTIDAD DEL MOVIMIENTO NACIONAL

Por: Jorge Rachid

Ilustración: Ricardo Carpani. Edición: Juan Ignacio Rojas | LNP

El peronismo, atacado desde siempre por los sectores del privilegio, en sus 70 años de vida nacional, ha sustentado la identidad cultural de las mayorías populares, a partir de esas premisas: ampliación de derechos y fortalecimiento de la libertad, como pilar de los derechos humanos inalienables del ser humano.


Siempre ha sido en el marco del respeto a la voluntad del pueblo, expresada en sus formas democráticas, jamás al servicio de los golpes de estado, dictaduras, ni de las proscripciones de otras fuerzas políticas, ni por alianzas internacionales cipayas.

Es que la libertad y la soberanía nacional caminan en un mismo andarivel, el de la justicia social y la independencia económica, pilares de esa identidad cultural asentada en la comunidad nacional, desde entonces.


No quiere decir que el peronismo haya sido el creador del pensamiento nacional, simplemente fue la síntesis de largas luchas y tragedias que a lo largo de la historia, fueron jalonando la confrontación, entre esa construcción americana del pensamiento, que es moreno, profundo, criollo, de Patria Grande y aquellos que pretenden extrapolar situaciones nacionales ajenas, colocando a la Argentina y a su pueblo, bajo trajes coloniales.


Algunos lo llamarán grieta, sin profundizar en la historia, ni hurgar en el pensamiento crítico, cuando la realidad es mucho más simple, se trata de Liberación o Dependencia, de Patria o de Colonia, de vivir de pie o de rodillas. En cada caso de las contradicciones, están en juego la Libertad y los Derechos del pueblo. Ningún proceso popular puede ser represivo, menos aún doloroso para el conjunto de la población, en especial los sectores más humildes y desprotegidos. La defensa de sus intereses es la finalidad en sus objetivos de construcción del Modelo Social Solidario, persecución permanente, que da vida al Movimiento Nacional y Popular.


Es que la libertad es un bien intangible cuando se posee, porque es natural al ser humano y profundamente dolorosa cuando se pierde. Lo mismo que los derechos, que de naturalizarlos no se los valora en su justo término, lo cual permite el accionar del enemigo que viene por ambos valores que dificultan sus objetivos de colonización y sumisión nacional.


Lo hemos vivido en esta etapa de la vida nacional, estamos inmersos en pleno en sus consecuencias dramáticas, con ambos valores conculcados por un enemigo, que pretende instalar las bases de infraestructura necesarias a la colonización del país y al disciplinamiento del pueblo, El peronismo ha sido su valla, su límite más claro ya que están en juego esos valores, que han sido avasallados por el enemigo en sus pretensiones estratégicas, arrasando instituciones de la democracia, cooptando la Justicia e instalando un relato acorde a sus objetivos en alianza con el factor determinante de poder de estos tiempos, como son los medios hegemónicos, verdaderos factores de afianzamiento de la cultura dominante neoliberal.


Sufrir es el camino para derrotar las experiencias populistas, es la propuesta del enemigo, ya que la distribución de la riqueza, la libertad de las paritarias, los derechos del trabajador, el sistema de seguridad social solidario, son contrarios a sus intereses. El saqueo de la timba financiera de los fondos de inversión, expresión del capitalismo salvaje denunciado por Francisco y por eso atacado desde EEUU, pretende enterrar el desarrollo industrial argentino y la tecnología de punta, compitiendo en el Mercado internacional bajando el costo salarial y marginando a las mayorías populares, para obtener mano de obra barata, ante la necesidad de subsistencia de la población, expulsadas a la banquina de la historia.


Defender la Libertad y los Derechos en el marco de democracia y en paz, pero con movilización y en las calles, es un desafío al cual está empeñado el movimiento nacional en la hora actual, en donde el accionar del enemigo en pos de fragmentar las fuerzas populares, instala conejos de madera para que salgamos con su agenda a correrlos.


Por esa razón la unidad del campo nacional es imprescindible y construir agenda propia del pueblo también. Esa lucha, una vez más, nos posibilita reconstruir los derechos y la libertad perdida. Sin odios ni rencores, con humildad y sin soberbia avanzamos hacia un nuevo tiempo, con firmeza y compromiso con el Pueblo y con la Patria.


“La oligarquía odia, los pueblos viven alegres la lucha” Arturo Jauretche

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