ES LA EXPRESIÓN POLÍTICA DE DOS MODELOS DE PAÍS, DESDE EL FONDO DE LA HISTORIA.
Por: Jorge Rachid
Cuando se plantea la supuesta grieta como un tema a cerrar, en función de demandas de consensos, no se explicita que dichas demandas, no son otra cosa, que claudicaciones de la voluntad popular, en favor de sectores oligárquicos.
Acaso era posible para Facundo, en La Rioja ceder en búsqueda de consensos a Rivadavia, trasladando la Casa de la Moneda a Buenos Aires, cuando desde hacía años, la misma estaba a los pies de Famatina? Dicha situación terminó años después, con el asesinato del Caudillo.
Se podía convivir con una Buenos Aires, voraz y salvaje, que prefería entregar la Provincia Oriental a los portugueses, antes que admitir la Patria Grande planteada por Artigas? Esto terminó con el exilio por 30 años del Protector de los Pueblos Libres.
No podría en un artículo, describir los centenares de situaciones similares que determinaron sangre y dolor, ejecutados por aquellos que habiendo nacido en estas tierras, prefirieron, como hoy, entregar el país al saqueo, antes que construir un proyecto de país.
La excepción en cuanto a derrotas, fue siempre el peronismo, que pudo ser vencido en batallas, pero nunca fue desalojado de la impronta cultural, del pueblo argentino, por ser sinónimo de identidad nacional y compromiso con la Patria. Por esa razón pudo volver Perón después de 18 años de persecución al pueblo, como volverá Cristina terminando con la pesadilla neoliberal.
Pero no fueron Perón ni Cristina los protagonistas excluyentes, fueron la expresión de un pueblo que los erigió en líderes de los procesos políticos que tuvieron que transitar, en el largo desierto de las batallas perdidas, pero con la conciencia colectiva clara, de los caminos a recorrer, en el marco del Movimiento Nacional y Popular.
Nunca la “grieta” fue una división del pueblo argentino, ya que cuando la Justicia Social imperó desde un peronismo en acción gubernamental, el conjunto mayoritario de los compatriotas, sintió su pertenencia inclusiva en un modelo solidario de construcción política.
Sólo la acción de los enemigos del pueblo, aquellos sectores aliados a intereses foráneos y partícipes de la acumulación de riquezas en los procesos dictatoriales o neoliberales, alimentaron la idea de grieta, sembrando odio y confrontación no política, sino personal, instrumentando cualquier método de destrucción, fragmentando las mayorías populares desde los medios hegemónicos y los golpes de Mercado.
Entonces no es una grieta, es una confrontación de dos ideas de país: uno colonizado, sumiso, entregado a los intereses imperiales, con exclusión y dolor social inmenso, frente a otro modelo que plantea la Justicia Social como parámetro excluyente, biocéntrico de construcción de país, con los hombres y mujeres junto a la naturaleza, como centro de gravedad de las políticas soberanas.
Eso es el peronismo, pensamiento nacional y latinoamericano, originario, mestizo, negro, profundo en las raíces históricas, que nos da identidad como pueblo, con un destino común y esperanzas compartidas. No es grieta, es convicción cultural identitaria, llevada a la construcción política.
EN HOMENAJE A AGUSTÍN TOSCO, RAIMUNDO ONGARO, ATILIO LÓPEZ Y LOS MÁRTIRES DEL CORDOBAZO
