LA CONCIENCIA DE LOS PUEBLOS RESCATA A LOS PATRIOTAS Y ENTIERRA A LOS TRAIDORES
Por: Jorge Rachid
Decía el maestro Miguel Angel, cuando le preguntaban como hacía para cincelar una obra como La Piedad, que “él sólo sacaba lo que sobraba”, esa pieza “estaba adentro”. Con la conciencia de los pueblos sucede algo similar, cuando emergen los valores, que por momentos parecen escondidos.
¿Quién recuerda a los hermanos Reinafé que mataron a Facundo, siendo éste hoy, un ícono de los caudillos argentinos? La lista de emergidos de las noches argentinas y latinoamericanas, es notable. San Martín, Rosas, Artigas murieron en el exilio, por largos años, perseguidos con saña, por las oligarquías locales. ¿Alguien recuerda a sus contrincantes? Los pueblos rescataron sus memorias patrióticas y los nombraron por siempre.
¿Acaso Alem, Irigoyen y el mismo Alfonsín, no fueron lapidados por el golpismo oligarca y rescatados en la historia? No lo fueron, está claro, Uriburu, Justo, ni siquiera Alvear que algunos logros nacionales sin embargo, instituyó. Si el pueblo recuerda en cambio a quienes mantuvieron en alto sus banderas desde FORJA como Jauretche, Scalabrini Ortiz, Homero Manzi y tantos otros, aún fuera de posiciones de poder.
La coherencia de las políticas populares, aquellas destinadas a fortalecer la calidad de vida del pueblo, la movilidad social ascendente, la democratización del conocimiento, la soberanía productiva y la justicia social, son los ejes constitutivos de las esperanzas y utopías del pueblo argentino, con valores y conductas de compromiso pleno.
Así el Perón lapidado y la Evita encarnizadamente atacada, hicieron historia y fueron elevados a las máximas categorías del amor del pueblo. Lo mismo sucedió con Néstor ante su muerte prematura y se fortalece en la persecución a Cristina, siendo ambos para las nuevas generaciones un grito de esperanzas y para las viejas militancias, el rescate identitario, de un peronismo que pudo haber claudicado, en su desviación neoliberal de los 90.
Por esa razón los que vivimos en un tiempo biológico determinado, no tomamos conciencia histórica de ese tiempo político, que en la historia se proyecta con otros valores al de la crónica diaria, generalmente sesgada y estrecha, en función de la lucha por el poder.
Es en función de estas reflexiones que la militancia popular en cualquiera de sus vertientes sociales, políticas, profesionales, territoriales, construye sus compromisos con la historia, en cada acto, en la medida que expresan el conjunto de valores, que con humildad y sin soberbia, puedan construir organización popular, en especial con los humildes, desprotegidos y trabajadores formales e informales, que ejerza no sólo la defensa de los derechos en la resistencia, sino las fortalezas necesarias para dar las batallas que vendrán, en este combate contra el neoliberalismo y neocolonialismo que se intenta perpetuar, de la mano estratégica de EEUU.
Los Patriotas emergen en estas luchas, cuando está en juego la Patria y hoy la Patria está en peligro, por lo cual no será la debilidad del enemigo los que nos devuelva el poder, sino la fortaleza de nuestra lucha y organización en la Unidad nacional necesaria.
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