EL PERONISMO ES EL ÚNICO OBSTÁCULO LATINOAMERICANO AL DISEÑO IMPERIAL DE EEUU
Por: Jorge Rachid
Ha sido así desde los albores del peronismo. Patria o Colonia de FORJA retomado por las masas peronistas en el 45, sumado a la consigna Braden o Perón, identificando al embajador “injerencista” de EEUU, que encabezaba las marchas de la Unión Democrática, como hoy lo hacen en Venezuela.
Desde entonces, colaborando en el deterioro del modelo justicialista, conspirando y golpeando, con atentados y levantamientos militares como en el 51 y los de septiembre y junio del 55. No dudaron en asesinar, bombardear, destruir, con el objetivo de terminar con el peronismo, como “eje del mal”.
No pudieron, ni siquiera con largas proscripciones y persecuciones, no sólo volvió Perón, sino que se fortaleció a nivel internacional en pensamiento emancipador y revolucionario de la Tercera Posición, llevando a la conformación más tarde en el tiempo de su enunciación, al Movimiento de los Países del Tercer Mundo, venciendo la falsa polarización de la guerra fría, que desechaba a los países emergentes.
Ese pensamiento irreverente para el Imperio, escollo insuperable en sus múltiples maniobras de presión, extorsión e invasión que EEUU ha operado sobre los pueblos hermanos y en nosotros mismos, con la serie de golpes cívico militares atados a sus intereses, con su secuela de dolor y muerte.
Pero el Movimiento Nacional, como los ríos de montaña, va encontrando su cauce principal, necesitando en cada paso, afluentes que lo fortalecen en la lucha, como esos ríos que bajan por pequeños arroyos de deshielo, constituyen grandes lagos y tornan en caudalosos ríos, como el Limay, que alimenta la energía de nuestro país y aún así recibe el aporte del Aluminé y el Neuquén para regar el Valle de Río Negro y Neuquén, que alimenta y nutre de vida.
Así el peronismo que ha soportado cientos de intentos de destrucción, hoy es objeto del deseo de EEUU, su presidente y su cipayo local, en cuanto a la necesidad de borrar 70 años de historia. Como todo proceso “civilizatorio”, pretende enterrar conocimiento, destruir identidades, avasallar culturas, como lo hicieron siempre los conquistadores.
El peronismo, eje del movimiento nacional y popular, ha universalizado su pensamiento de calidad biocéntrica, centrado en el hombre y la naturaleza, a diferencia del planteo macro económico del Imperio. La voz de Francisco se suma a la defensa del medio ambiente, a preservar en paz al mundo, a respetar al “otro”, a recrear la solidaridad como herramienta del bien común y del buen vivir.
Eso es peronismo filosófico derramado por el mundo, que es antitético con los planes estratégicos de EEUU para América Latina, a la que pretende alambrar de acuerdo a sus intereses de explotación de recursos naturales, alimentos y agua dulce, dejando a los pueblos desguarnecidos frente a la historia, como la ha hecho a lo largo de dos siglos, con la sola muesca en sus intenciones de un peronismo revivido, año tras año, en defensa de su soberanía nacional de patria Grande.
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