Camilo Porto Rojas | Línea Nacional Popular
Juan Ignacio Rojas | CEL / Línea Nacional Popular
El pasado viernes 1° de marzo, el presidente Mauricio Macri, líder formal del Partido de Gobierno que administra los recursos de la Oligarquía Pampeana, en su inocente creencia de dirigir la nación, esbozó en su discurso inaugural del 137° período de Sesiones ordinarias del Congreso Nacional una increíblemente ridícula defensa de su gestión.
Entre otras burlas contra quienes en estos tres años lo han perdido todo, el presidente Mauricio Macri aseveró que "creció la economía, bajó la inflación, aumentaron las inversiones, las importaciones, bajó la pobreza", entre otras bazofias que no merecen ser respondidas.
Más las mentiras esbozadas por el arlequín de las clases dominantes no deben distraer al lector de los principales conceptos vertidos por el vocero de un gobierno cuya finalidad histórica esta bien definida.
En los primeros minutos de su discurso, el presidente Macri se refirió al inmenso esfuerzo que su gestión viene realizando en pos de ejecutar "lo que durante muchos años ninguna generación se animó a hacer", al tiempo en que asevera: "lo que estamos haciendo no tiene vuelta atrás, porque el paso que dimos implica pensar y vivir de una nueva manera."
¿Qué es aquello que nadie se animó a hacer?
Procede el presidente:
"...Por primera vez enfrentamos como país la dificultades sin apelar a soluciones demagógicas y que comprometiesen el largo plazo; sin default, sin cepos artificiales. Hubo sí la necesidad de terminar cuanto antes con el déficit fiscal que la Argentina padece desde hace 70 años."
Comienza a develarse el objetivo del misil gubernamental. No se requiere ser muy lúcido para saber que 2019 menos 70 nos da un total de 1949... Mil novecientos Cuarenta y Nueve... Año en que se aprobó la reforma constitucional que cambiaría las estructuras de poder de la factoría pampeana que era la Argentina para siempre, otorgándole a la Nación su soberanía y a la Clase Obrera su emancipación. Es allí, en aquella fatídica fecha, que para Macri comienzan los graves problemas de "déficit fiscal" de nuestra nación.
Ironías de la historia... que el gobierno que llevó a cabo aquella revolución maldita fue aquel presidido por Juan Domingo Perón. No es casual que los herederos de Rivadavia y Mitre deseen borrar los últimos 70 años de historia tal y como sus ancestros pretendieron hacerlo con la Argentina anterior a 1853.
"Lo que estamos logrando los argentinos es enorme. Porque estamos haciendo crujir estructuras viejas y oxidadas. Estructuras muy arraigadas que seguían beneficiando a los de siempre, y todos los días batallamos para cambiarlas con honestidad y determinación."
¿Cuáles? ¿Qué estructuras afirma estar "haciendo temblar" el emisario de la Oligarquía?
Estas "estructuras viejas y oxidadas” son las que desde hace ya 70 años han detenido en las calles la destructiva codicia oligárquica. Estas estructuras permanecen "arraigadas" en el pueblo porque ya forma parte de su genética cultural: es el sindicalismo, son los Movimientos Populares, es aquella persistencia insurgente, el Peronismo, filosofía inmortal de las Organizaciones Libres del Pueblo, imbricada en cada célula, unidad anatómica fundamental de todo organismo vivo, que después de mas de medio siglo de bombardeos, fusilamientos, torturas, cárceles, proscripciones y desapariciones, no ha dejado de existir. Estas "estructuras viejas y oxidadas" son las únicas trincheras, las únicas herramientas de resistencia popular en la desencarnada guerra sin cuartel de la Oligarquía contra los intereses de quienes somos orgullosamente Clase Trabajadora. Son, por lo tanto, el objetivo central del discurso del presidente Macri.
Según el líder oficialista, todo sacrificio que la ciudadanía argentina deba padecer es justificado en pos de proseguir con esta guerra institucional contra el Movimiento Nacional Popular. Toda la gestión liberal oligárquica, mas allá de sus fechorías económicas, se ha dedicado a desarticular por medio de todos los elementos del poder aquella mancha en la historia de la Argentina factoría fundada en 1853. Volver a aquel país “granero del mundo”, a aquella nación sometida sin sindicatos, sin centrales obreras, sin Movimientos Populares, sin Organizaciones Libres del Pueblo y, por sobre todo, sin peronismo, es imprescindible para que la Oligarquía cumpla con su deber histórico, deber que no concretará jamás.
Creemos, a diferencia de diversas lecturas periodísticas que afirman que las “mentiras del presidente” obedecen a una táctica electoral, que la realidad fantástica creada por el presidente no es otra cosa que el inefable deseo de una Clase Política servil, administradora del poder de la Oligarquía, de ver concretados sus objetivos en un país cuya extensión no va mas allá de Buenos Aires, sin más población que aquel puñado de familias que integran el círculo de las minorías antinacionales. Al decir “la Argentina”, Macri se refiere a “su Argentina”, la Argentina para pocos y de pocos que anhelan refundar. Todos y todas las demás somos extranjeros en nuestra propia tierra. No habla, pues, para el conjunto, sino para la Oligarquía Pampeana y un puñado de burgueses serviles al gran Capital Financiero.
Nada, más allá de las apreciaciones del presidente de las minorías en derredor de la necesidad de destruir al Peronismo y sus organizaciones, vale la pena. Su eje, fuerza de gravedad que atrae al conjunto de los entes antinacionales hacia la Alianza Cambiemos, es la necesidad de aniquilar al histórico Movimiento Nacional que ha sido la eterna pesadilla de la Oligarquía desde aquel emblemático 17 de octubre de 1945.
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