Área Editorial | Línea Nacional Popular
Este dominio, las provincias de Corrientes, Misiones y San Juan tuvieron sus comicios, dando como resultado un saldo favorable para el Movimiento Nacional.
En San Juan, el actual gobernador Sergio Uñac renovó su mandato por 4 años más, obteniendo el 55,84% de los votos, contra un insuficiente 33,87% del candidato de Macri, M. Orrego.
Por su parte, la coalición Juntos por el Cambio liderada por H. Schiavoni, quien obtuvo un languideciente 17,38% de los votos, fue categóricamente derrotada por el Frente Renovador de la Concordia de O. Herrera Ahuad, quien se hizo de la gobernación de Misiones con un categórico 73,11%.
Tanto Herrera Ahuad como Uñac lideran espacios nacional populares. El recientemente electo gobernador sanjuanino ha manifestado su apoyo a la fórmula "F-F". Se espera que el FRC misionero actúe en la misma dirección.
Alivio a medias, Cambiemos logró vencer en las legislativas correntinas, donde llegó a representar a mas del 60% de los votantes. Producto de su composición cultural histórica, Corrientes ha sido una provincia esquiva a la influencia del peronismo. En tal sentido, y exceptuando algunos antecedentes históricos, la gobernación ha quedado en manos de sectores ajenos al campo popular. La victoria legislativa de Cambiemos -así como su probable victoria en los comicios provinciales- es, por ende, comprensible.
En este sentido, Corrientes constituye para Cambiemos una ganancia ínfima, absolutamente testimonial.
La crisis política de la coalición liberal oligárquica se acentúa a medida que avanza la crisis económica. La representación del presidente Macri -quien persiste en su intención de presentarse como candidato presidencial por el espacio- queda reducida hoy a un sector minoritario del anti-peronismo. La "fuga de radicales" se hace sentir. La figura de Roberto Lavagna se presume una opción más segura para el electorado radical que, asediado por la crisis, jamás optará por una alternativa peronista.
Mientras tanto, el Frente Patriótico conforma su táctica y estrategia. La apertura de CFK hacia otros sectores políticos y sociales ha convertido a la fórmula que la lleva como candidata vicepresidenta junto a Alberto Fernández en una verdadera opción de poder, achicando el poder de fuego de otras alternativas testimoniales.
La posibilidad se una victoria del Pueblo sobre la Oligarquía, de la Patria sobre la Colonia, se percibe con intensidad. Más el entusiasmo debe proyectarse con inteligencia. El triunfalismo condujo, entre otros elementos, a la derrota de 2015, del mismo modo que el derrotero de vastos sectores nacional populares imposibilitó una victoria en las legislativas de 2017. Para no caer en estas trampas, debe primar el pensamiento, el análisis certero de la realidad, una adecuada percepción de las fuerzas propias y del contrincante y una inteligente administración de las fuerzas vivas que conforman al Movimiento.
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