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COHERENCIA | Una nueva conducta militante

Por: Camilo Porto Rojas | Línea Nacional Popular


Haciendo un ejercicio introspectivo, recordando años pasados y experiencias vividas, nunca he visto un ejercicio de tal patriotismo y convicción como el que ha tenido la ex presidenta al ceder el espacio institucional de presidenta al compañero Alberto Fernández.


Es claro: ante la luz de los acontecimiento, la decisión fue, sin lugar a dudas, correcta.


Más cabe señalar que en la tradición militante, la lógica no suele ser un factor determinante a la hora de tomar decisiones.


En casi una década y media de militancia, jamás he visto tamaño compromiso.


Lo importante es destacar que la decisión de Cristina Kirchner influye directamente en un campo trascendental: la disputa histórica por la formación de una nación libre, justa y soberana.


El problema subyace en que dicho ejemplo, aunque celebrado, no ha sido adoptado por las organizaciones de base.


Al menos en lo que se percibe, nadie está dispuesto/a a seguir el rumbo de Cristina. Las excusas pueden ser validas: la disputa por encabezar una lista o ser "referente" del barrio no cambian el rumbo de las grandes transformaciones históricas; la decisión de CFK, si. Más apreciar este hecho desde la comodidad de nuestras intrascendentes responsabilidades, no deja de ser una gran traición a la conducta que la Historia nos demanda.


En el Periodismo Popular (campo en el que intentamos movernos), suele plasmarse de manera similar que en la militancia: quién firma la nota; cual compañero está más calificado para encarar una entrevista; por qué eligen a fulano para escribir sobre tal o cual asunto si yo estoy más calificado para encarar ese tema. Lo cierto es que, ni en el periodismo ni en la militancia de Base, nadie (o pocos, muy pocos) se presenta y dice: compañeros/as, me pongo a disposición del proyecto para que, en el lugar que dispongan, pueda vertir todos los elementos de los que dispongo para cumplir nuestros objetivos.


Está claro: si existe al interior de la UB, de la Comisión Interna de una fábrica o del espacio de red acción de un medio alternativo, un conflicto entre partes que impide el libre desenvolvimiento de los objetivos colectivos, una de las dos partes debe dar un paso al costado. Si quien la dio es mejor que quienes se mantuvieron inconmovibles, ese podrá retomar su puesto en el futuro. Más nadie piensa dar un paso al costado. Todos creen tener la razón absoluta.


Desde mi lugar, siempre he actuado en consecuencia con lo que pienso: ceder hasta que duela, si es necesario. Si alguien quiere cumplir con determinado rol, me corro. Así también lo hacemos desde Línea Nacional Popular en casi medio año de existencia. El campo del Pensamiento Nacional no está exento de vanidades; yo tampoco, ni mis compañeros/as. Mas la conducta debe trabajarse. Si realmente se cree en lo que se hace, se puede.


Se avecinan tiempos complejos. Tiempos de una extraordinaria complejidad. Si ganamos -dependerá de todos y todas-, cada uno y cada una deberá poner más de lo que puede al servicio de la Patria. No de su interés personal, de la Patria. En ese contexto, formar una conciencia militante firme en derredor de nuestros desafíos será la única garantía de concretar los objetivos inmediatos. De lo contrario, la Oligarquía volverá antes de que nos demos cuenta.


El ejercicio del pensamiento será la herramienta fundamental sin la cual todos nuestros esfuerzos habrán sido en vano.


El ejemplo de Cristina nos guía. No siempre ha sido así (al menos para este servidor), pero en este aspecto, no tengo dudas. La necesidad se una nueva conducta militante es imprescindible. Si no lo logramos, no seremos consecuentes a la hora de valorar los actos de Cristina Fernández de Kirchner. Será sólo obsecuencia estéril y nada más.


Adelante está la Patria que millones soñamos. No permitamos que nuestros intereses se interpongan en este glorioso camino.


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